Un bar clandestino ubicado en la calle Rímac 343, urbanización El Molino, frecuentado por presuntos delincuentes acostumbrados a protagonizar escándalos, grescas y robos al paso, además de convertir en urinario las veredas y pistas de las inmediaciones, ha sido intervenido por agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo, a pesar de las amenazas e insultos de un sujeto que aparentaba fungir de administrador y de los clientes asiduos del negocio.
Los agentes han intervenido en el local atendiendo las quejas de los vecinos que desde hace un buen tiempo han visto alterada la tranquilidad y la seguridad debido a la presencia de una gran cantidad de individuos de dudosa reputación y por la negativa de su propietario a desarrollar sus actividades comerciales sin perjudicar a los vecinos.
La intervención de los agentes se ha producido sobre las cinco de la tarde de este domingo, luego de que los agentes, que realizaban el servicio de patrullaje preventivo por la zona, fueron alertados por los moradores del excesivo volumen del equipo de sonido de la referida cantina y de que los sujetos que se encontraban consumiendo bebidas alcohólicas miccionaban en la vía pública y protagonizaban escándalos y grescas.
Tras constatar la veracidad de las afirmaciones de los vecinos, los agentes de Seguridad Ciudadana de Trujillo han procedido a retirar a algunos individuos sospechosos ubicados en el frontis del local, los mismos que son conocidos delincuentes de esa zona que utilizan el bar como punto de reunión para planear actos delictivos contra las personas que transitan por el lugar, según manifestaron los moradores.
Después, los agentes han conversado con el supuesto propietario del negocio, quien, en vez de agradecer por las recomendaciones proporcionadas por los uniformados ediles, los ha amenazado, insultado y tratado con palabras soeces.
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